Los papilomas plantares, a menudo confundidos con callos, son una infección vírica causada por el virus del papiloma humano (VHP). La principal diferencia entre ambos radica en su origen: los callos son el resultado de un engrosamiento de la piel, mientras que los papilomas son una afección viral.

Estos papilomas se localizan en las dos primeras capas de la piel, la dermis y la epidermis, sin penetrar en las capas más profundas. Vienen en diferentes tamaños, dependiendo de la extensión de la lesión y su antigüedad. Se caracterizan por su aspecto similar al de un coliflor y la aparición de puntos negros que, al ser eliminados, pueden causar sangrado. Generalmente, causan dolor cuando se ejerce presión sobre la zona o al pellizcarlos.